Hoy he llegado a la Escuela Nº 33 de Paso del Cuello en el Departamento de Canelones, conocida con el nombre de Rosa Ferrari de Ramos en honor a quien fuera la maestra fundadora de la misma por el año 1935, aunque su vocación por la docencia la llevó a dar clase desde antes que existiera la escuela.Está ubicada en una zona rural de dicho departamento sobre la Ruta 107 Km 8.300.Hoy se han vivido allí momentos muy emotivos y pudimos observar cómo con tezón y compromiso las diferentes comunidades sociales apoyan la labor de esta institución.En reconocimiento a ellas se ofreció un hermoso festival de cantos y danzas cuyo hilo conductor fue “El despertar de nuestro Museo”
A través del relato de la M/D Nancy, los cuadros fueron tomando vida en un sueño que tuvo el personaje de sereno y cuidador del museo, pero que sin darnos cuenta también nosotros fuimos partícipes del mismo haciendo que nuestra imaginación volara como en nuestros mejores sueños de la niñez.Así viajamos del presente al pasado, pero ese pasado también se hizo presente porque compartimos esa experiencia con los primeros alumnos de esa escuela y de la Maestra Rosa…
En el ir y venir de la realidad al sueño y de éste a la realidad nos encontramos dentro del Museo que, con el aporte de toda la comunidad educativa, tiene esta escuela en un antiguo depósito que hoy alberga la más rica historia vivida por los hombres de ese pueblo y quien nos dice, a lo mejor, que durante la noche cuando el silencio reina en la Escuela 33 muchos de los personajes de esas fotografías tomen vida para recordar lo vivido.
Y en el recorrido me detengo en un estante y allí atesorando como guardián celoso la información de la Escuela Nº 33 estaba…
Y hoy en el Siglo XXI, a pocos años de que ese libro cumpla sus 100 años de vida, la tecnología nos ha dado la posibilidad de recoger la información de una manera diferente a la que utilizaba la Maestra Rosa con la tinta, el tintero y probablemente una hoja de papel secante para evitar borrones y manchas en el documento.
Ni mejor ni peor, diferente y acompasando el devenir del tiempo un tiempo que el propio transcurrir de él nos tendrá a lo mejor dentro de un siglo también formando parte de algún museo en alguna Escuela de nuestro querido Uruguay.
Mtra. Ma. Cristina Di Luca